¿Cuándo te involucraste en Linguaskill?
Los orígenes de Linguaskill se remontan a mediados de la década de 1990, cuando comenzamos a trabajar en la idea de exámenes en línea, automatizados y modulares. El objetivo era democratizar los exámenes, haciéndolos más rápidos y eficientes. Desde entonces, Linguaskill se ha desarrollado para brindar un examen genérico de varios niveles que atienda las necesidades de todos los públicos, desde educativas hasta empresariales.
¿Qué hace diferente a Linguaskill de otros exámenes?
Linguaskill se usa para medir lo que has aprendido y que puede medir cuánto has estudiado para el examen, lo contrario a exámenes que se basan en calificaciones. Esto significa que es mucho más consistente y concreto para objetivos en las cuatro habilidades del idioma como comprensión auditiva y de lectura, expresión escrita y oral.
¿Qué has aprendido al desarrollar Linguaskill?
Que su facilidad de uso es clave. Muchas de sus características, como las pruebas asistidas por computadora, la escritura automatizada y las pruebas de expresión oral automatizadas, no son necesariamente nuevas para nosotros en Cambridge English, pero hemos aprendido cómo implementarlas de manera que sean fáciles de aplicar y que lleguen a cientos de miles de personas, de forma fiable y sin problemas.
¿Cómo ves el desarrollo de Linguaskill en los próximos 2 o 3 años?
Es evidente que son los inicios del producto: lo hemos lanzado con éxito y hemos creado una plataforma estable y confiable. El santo grial de los exámenes de idiomas es poder personalizar las pruebas para cada grupo de clientes, para que midan lo que les interesa. A través de la flexibilidad de Linguaskill, podemos avanzar hacia esta personalización, por lo que ahora tenemos que trabajar con nuestros socios y clientes para desarrollarla y modificarla para satisfacer las necesidades individuales.
¿Cómo ves el cambio en los exámenes basados en computadora en el futuro, particularmente con el uso de inteligencia artificial (IA)?
AI ayudará a cerrar la brecha entre las situaciones reales en las que usamos el idioma y el contexto de presentar un examen. Las condiciones de los exámenes no son reales, por lo que lo ideal para los exámenes de idiomas es poder observar a las personas haciendo cosas reales, creando exámenes mucho más específicos y personalizados. AI puede ayudar en este campo, en especial cuando se combina con los dispositivos móviles a los que ahora todos tenemos acceso. La tecnología de exámenes de primera generación acaba de migrar de los exámenes de lápiz y papel. La inteligencia artificial te permite ir mucho más lejos y ofrecer exámenes más adaptables, personalizados y eficientes.
¿Hay otras tendencias clave que consideres que afectan el aprendizaje y los exámenes de idiomas en los próximos cinco años?
Veo dos tendencias clave. En primer lugar, fusionar los exámenes de idiomas con el aprendizaje, de modo que se pueda ver cómo se desempeñan las personas en un contexto del mundo real y esto proporcionará una mayor riqueza y se ofrecerá de una manera más efectiva.
En segundo lugar, el uso de AI significa que vamos a ver una combinación virtuosa de maestros y máquinas. Siempre necesitaremos maestros que brinden orientación y apoyo en persona, pero podemos usar las fortalezas robóticas de las máquinas para ayudarles a ofrecer un aprendizaje más efectivo. Por ejemplo, si tienes una clase de 40 personas, un maestro claramente no puede calificar 40 actividades de expresión oral todos los días. Mientras que una computadora sí puede hacerlo. Y posteriormente el maestro puede ver los análisis y mejorar el contenido y el apoyo para toda la clase o a nivel individual, mejorando los resultados de aprendizaje.