Como lectores entusiastas, cuando leemos una buena historia, creamos un mundo en nuestra imaginación, ¿no? Imaginamos gente, paisajes, colores, emociones, sonidos, voces, olores, gustos, etc. Trate de crear las condiciones adecuadas para que su hijo pueda hacer lo mismo cuando lea una historia. Esto será mucho más fácil si su hijo no se distrae mientras lee.
La distracción puede venir del ambiente - usted necesita ayudar a su niño a crear una atmósfera cómoda para la lectura. Pero los lectores también pueden distraerse por el texto en sí, especialmente si tiene demasiadas palabras difíciles. Ayude a su hijo a elegir libros que sean interesantes y desafiantes, pero que no sean demasiado difíciles. Por supuesto, puede que todavía haya palabras que no entienden. Trate de ayudar a su hijo a tener la confianza suficiente para seguir leyendo cuando encuentre una palabra difícil. A menudo, si no se preocupan por una palabra difícil, el significado se aclarará desde el contexto.