Cuando comiences una nueva unidad en su curso o al inicio de cada semana o lección, averigua qué tan seguros están tus estudiantes acerca de lo que se está haciendo preguntándoles si deben hacer un cuestionario rápido: ¿qué tan seguro está de...? (por ejemplo, escribir un correo electrónico a un amigo/describir a las personas/usar el presente continuo, etc.).
Pregunta de nuevo al final de la unidad/semana/lección. Esto puede ayudar a los estudiantes a reflexionar sobre su propio aprendizaje y a desarrollar confianza, así como a ayudarlos a comprender mejor las necesidades.