¿Por qué las historias son perfectas para el aprendizaje?
Karen Saxby es asesora de Cambridge English con gran experiencia; autora de la colección Storyfun, publicada por Cambridge University Press y co-escritora de la colección Fun For. En este artículo, explora la manera en la que las historias pueden utilizarse para lograr que el aprendizaje lingüístico de los jóvenes resulte significativo y trascendente.
De niña, me encantaba sentarme en el regazo de mi abuelo mientras me leía historias. ¡Recuerdo la mayoría de ellas a pesar de que ahora yo también soy abuela! Era felizmente inconsciente de que, a medida que las escuchaba, también aprendía nuevas palabras y formas de combinarlas para comunicar ideas y lecciones vitales.
Una buena historia nos motiva a seguir leyendo página tras página; vamos a querer saber qué ocurrirá después y cómo será el desarrollo de los personajes principales. Podemos sentirnos contentos, tristes, asustados, enfurecidos o realmente felices. Esto ocurre porque al leer o escuchar una historia, sentimos que también somos parte de ella; justo como en nuestra vida “real”: podemos amar u odiar a los diferentes personajes. Quizá en alguno de ellos nos reconozcamos o reconozcamos a otras personas, quizá experimentemos problemas similares.
Debido a esta empatía natural con los personajes, nuestro cerebro procesa las historias de forma diferente que cuando leemos información objetiva. No siempre reconoce la diferencia entre una situación imaginaria y otra real, por lo que los personajes cobran “vida” en nosotros. Por lo tanto, lo que dicen y hacen es más significativo. Por esta razón, las palabras y las estructuras relacionadas con los sucesos, descripciones y conversaciones de una historia se procesan de una manera más profunda.
De hecho, las culturas de todo el mundo siempre han usado la narración para transmitir el conocimiento de una generación a otra. Nuestros ancestros comprendían muy bien que esta era la mejor manera de garantizar que nuestra historia, con información sobre cómo nos relacionarnos con los demás y con nuestro mundo, fuese no sólo entendida sino también recordada.
Al motivar a tu hijo o hija para que lea o escuche historias, le ayudas a aprender un segundo idioma de una manera divertida y fácil de recordar.
Echemos un vistazo al aprendizaje de vocabulario dentro de un texto objetivo o dentro de una historia:
Imagina que los lectores son niños y niñas de ocho años interesados en los animales, en tu opinión, ¿es más probable que recuerden y deseen seguir leyendo el primer texto o el segundo?
- Many birds and animals live in the world, for example, parrots, pandas, lions, leopards and rabbits. In the sea we can find whales, dolphins, sharks and octopuses.
- My younger brother is called Fred. Fred’s very interested in animals. He talks and asks questions about animals ALL the time! Fred’s really interested in parrots and pandas and lions and leopards and rabbits. But Fred’s favourite animals live in the sea. He has pictures of whales, dolphins, sharks and octopuses on all the walls of his bedroom.
Fuente: Do whales have stomach aches? (Storyfun for Movers, Cambridge University Press, 2011).
Escoger las historias
A la hora de escoger libros de cuentos en un segundo idioma, deberías evaluar las siguientes cuestiones:
- ¿Tu hijo o hija se identificará fácilmente con los personajes centrales? Por ejemplo, ¿son de edades similares?
- ¿Los acontecimientos le interesan y apasionan, le asustan o entretienen lo suficiente como para seguir leyendo?
- ¿La historia tiene una extensión adecuada, ni muy corta ni muy larga?
- ¿La letra, los títulos y la cantidad de texto en cada página le atraen?
- ¿Se apoya en ilustraciones lo suficientemente atractivas como para deleitar a los lectores jóvenes?
Para que tu hijo o hija obtenga el máximo beneficio y aprenda el idioma a partir de la lectura de historias, debes tomar en cuenta el nivel del lenguaje que utiliza. Quizá la gramática y el vocabulario no son del todo fáciles pero, ¿son accesibles para los lectores? ¿El lenguaje es similar al que emplea tu hijo o hija en su lengua materna? ¿Servirá de apoyo en las tareas escolares y le ayudará a prepararse para los exámenes?
Las publicaciones de EFL (Inglés como Lengua Extranjera) como Storyfun for Starters, Movers and Flyers y otras clasificadas por nivel de dificultad, se han escrito tomando en cuenta estas importantes consideraciones.
Estimular a los lectores reticentes
Si tu hijo o hija se resiste a leer o tiene poca confianza en su capacidad de hacerlo en otro idioma, podrías ayudarle leyéndole la historia haciendo pausas cuando sea necesario interactuar y formular preguntas como: “What do you think will happen next?” Si lo haces de una forma relajada y divertida, tomarán la lectura y el proceso de aprendizaje del idioma de una forma más confiada y positiva. Por supuesto, que la familia te lea algo, por la razón que sea, es también una maravillosa forma de compartir un momento de intimidad y tranquilidad.
La experiencia de leer o escuchar una historia nos permite escapar de nuestra propia vida por un momento y vivir otra de manera divertida y segura. Esa misma experiencia mágica puede ser una gran oportunidad para aprender el idioma, así que anima a tu hijo o hija para que lea historias en un segundo idioma de la misma manera que lo hace en su lengua materna.
Desarrollar una amplia gama de habilidades
Las historias no sólo le ofrecen a los jóvenes lectores la experiencia de leer, también les da la oportunidad de hablar sobre la trama. Las familias pueden propiciar que los niños y las niñas describan a su personaje favorito, una parte específica de la historia o de las imágenes. Podrían desarrollar su creatividad dibujando nuevas imágenes o incluso escribiendo sus propios relatos.